EL CHATO ARAGÓN, EL PRIMERO DE LA SAGA



EL CHATO, el primero de la saga




El final de la década de los cincuenta y principios de los sesenta representó una de las épocas más brillantes para nuestro Olímpic consiguiendo tres campeonatos de la tercera división, grupo noveno, con las correspondientes eliminatorias para ascender a segunda división. El paso del tiempo fue diluyendo el liderazgo del Olímpic en el grupo noveno de la tercera división hasta que en la temporada 1967-68 se consumó el descenso a “primera división regional” que era como se denominaba entonces la categoría regional.

Nuestro Olímpic se vio beneficiado en 1970 cuando la Federación
Española de Fútbol introduce una reforma estructural que afectaba en todos los equipos desde los profesionales a los aficionados. Este hecho hizo que el Olímpic y otros equipos líderes de la Regional, pasaron a inaugurar una categoría superior: la Regional Preferente.

Para afrontar la temporada 1970-71, el equipo de Xàtiva contaba con una plantilla formada por muchos jugadores procedente del juvenil (al menos nueve de estos niños participaron en aquel equipo que conseguiría el ascenso), del cual sacaba “petróleo” el inolvidable Francisco Coloma, un hombre capaz de ir pueblo por pueblo de la comarca a reclutar niños. Paquito, que era como lo conocían todos en la ciudad, era un hombre que no escatimaba ni horas ni dinero cuando se trataba de su juvenil. Pagaba de su bolsillo los taxis a los chavales para poder acudir a los entrenamientos, les compraba las botas a aquellos con menos recursos, y además, los invitaba, y no pocas veces, a todos los miembros del equipo a merienda en "El Club
Náutico". Esta implicación de Coloma hizo que se consolidara durante muchos años un equipo juvenil de referencia en toda la Comunidad. Este entrenador, además de la formación deportiva que daba a los juveniles, iba más allá, aportándolos unas nociones y unos valores para desarrollarse como personas.

Como la mitad de plantilla era de Xàtiva o de las cercanías, «las dietas» que cobraban los jugadores no eran demasiado grandes, lo cual abarataba en mucho el coste de la plantilla. A modo de ejemplo, y por saber que costaba aquel equipo, tenemos que decir que el salario interprofesional en los setenta era de 3.600 pesetas, el que hoy en día serían 21,6 €. El Olímpic era un equipo aficionado y después de entrevistarme con varios jugadores, podría afirmar que los salarios
mensuales que cobraban los jugadores oscilaría entre 1.000 y 2.000 pts, es decir entre 6 y 12 € actuales. Seguramente el salario más alto lo cobraría el entrenador, que era hombre que había entrenado en primera división

Desde aquellos años hasta hoy perdura la amistad que se entabló en un campo de fútbol. Muchos de aquellos jugadores todavía se reúnen alrededor de una mesa, hacen largas tertulias donde hablan de la realidad cotidiana de cada cual y siempre hay un instante para recordar con añoranza las experiencias de la temporada del ascenso a tercera.

plantilla del ascenso del Olímpic a tercera división (1970-71)


Pero, volvamos a la temporada que nos ocupa, esta empezó el 6 de septiembre de 1970 y acabó el 29 de junio de 1971. La fase regular finalizó con el Benicarló en primer lugar, campeón y que ascendía directamente a tercera, seguido del Olímpic, subcampeón y que tenía que ganarse el derecho de jugar en categoría nacional en una eliminatoria contra un equipo de tercera que había quedado en los últimos lugares de su grupo para dilucidar quién de los dos jugaría la temporada siguiente en la tercera división.

La efeméride del ascenso después de eliminar al Siero está magníficamente contada en la publicación “50 años del Siero, memoria a triple partido”.

La reforma estructural de la federación implicaba reducir la tercera división a cuatro grupos, lo que posteriormente sería la 2aB. Teóricamente al Olímpic le tendría que haber tocado el grupo catalán-valenciano-balear, sea por ser el último en llegar o por algún que otro motivo nos enrolaron en el IV grupo, el andaluz-murciano-extremeño, con la diferencia de kilometraje y gastos adicionales que
representaba para las arcas del club.

Hay que recordar que el club estaba presidido por Amadeo Pla y a cargo de la parcela deportiva el incombustible y todo poderoso Tomàs Vinaches, todavía continuarían el primer año de la vuelta a tercera división.

Vinaches confeccionó una plantilla para el retorno a tercera confiando en los líderes del equipo del ascenso, alguna incorporación del juvenil ( el único que jugó regularmente fue Mollà, otros jóvenes como Vàzquez pasaron la temporada en blanco), además  de la vuelta a casa de los veteranos jugadores de Xàtiva por cuestiones de edad como era el caso de Vicent Iborra (39 años) o Ramon Miralles(35) u otros todavía jóvenes como el caso de los hermanos Terol, Emilio(27) y Salvador(23), todos ellos con pasado en primera división. El equipo ya tenía una estructura más profesional y los jugadores vieron aumentar considerablemente sus fichas, cobrando incluso por el banco, a través de una cartilla de ahorros en el Banco Atlántico.

El entrenador que se hizo cargo del equipo fue Pepe Millán que no acabó el curso (31 partidos), el equipo finalizó la temporada regular en la decimoquinta posición teniendo que jugar otra vez la promoción, en este caso de permanencia por no perder la categoría, el desplazamiento fue bastante más asequible para los aficionados que el año anterior, Alzira.

El Olímpic retuvo la plaza de tercera con dos goles de Juano y un gran partido de Franquito, al que le destrozaron  tres camisetas al tratar de frenar sus internadas por la banda los contrarios alcireños Tatay y Torrentí. Juano jugó el último partido de su primera etapa en el Olímpic.

La convocatoria de asamblea para renovar la junta directiva supuso un hecho no demasiado veces repetido en el club, la presentación de dos candidaturas encabezadas por dos pesos pesados en la historia del Olímpic: Joaquin Yagüe que ya había presidido el club en la época dorada de principios de los sesenta y Amadeo Pla que lo había subido de regional a tercera. El desarrollo fue muy tenso, con acusaciones de intentar votar dos veces por parte de la mesa electoral. El enfrentamiento fue tan duro que según cuenta J.E. Sanchis en su libro -Jugando de memoria- tuvo que intervenir el Comisario de policía Mariano Diaz para templar los ánimos y aplazar la votación a un día posterior. Transcurrido el periodo reglamentario
ganó la votación Joaquín Yagüe y por primera vez en más de veinte
años Tomàs Vinaches dejó de ser el máximo responsable de la parcela deportiva, lo sustituyó uno de los exjugadores del Olímpic más carismáticos, Miguel Sarrión que mantiene el esqueleto de la temporada anterior con los veteranos: Iborra, Miralles y Emilio Terol. Salvador y Juano fichan por el Levante UD.

La novedad que marcará una época será la colaboración con El Betis de la mano del exjugador del club y entonces en la plantilla del club verdiblanco Paco Frigols.

En la primera tanda de la saga andaluza se incorporó un delantero centro, Paco Aragón. Empezó su carrera futbolística, igual que su hermano Santiago, en la Balona Linense . Allí heredó el mote de Chato que ya le llamaban a Santiago y que él se encargó de propagar desde su llegada y lo ha acompañado toda la vida. No era la primera vez que el Chato pisaba La Murta, fue el 06-02-72 defendiendo los colores verdiblancos del Triana (0-0). De aquel equipo titular, cuatro jugadores, vistieron el blanco del Olímpico, a saber: Pacún, José, Aragón y Genado. Desde entonces  José y Aragón son "xativíns" de pleno derecho . Genado (arquitecto sevillano de éxito) hace poco tiempo todavía vino a visitar amigos y amigas de Juventud. Murió  el año 2022.
Equipo del Triana con Pacún, José, Aragón y Genado en La Murta 06/02/1972

Todos los que lo conocíamos éramos conocedores de su  simpatía, saber estar y bonhomía que lo caracterizaba. Recuerdo que en aquella época, el campo estaba prácticamente lleno y los futbolistas eran admirados y muy populares y cuando lo saludaban por la calle, como no sabía el nombre de todos contestaba con uno: CHATO, QUE!

Las características futbolísticas del Chato son incontables y otros con más criterio técnico que yo las explican mejor, pero lo que si sé es la dificultad del rival para quitarle la pelota, la capacidad de protegerla, de atraer defensas contrarios y liberar a los compañeros de la presión y facilitarles el trabajo. Nunca huía del choque, estaba en su salsa, el único enemigo que tenía en el fútbol era la báscula.

Simultáneamente, fichó un defensa muy fino que iba muy bien de cabeza, tenía una salida de balón espectacular, el choque con los delanteros no era su especialidad. Había acabado contrato con el primer equipo del Betis y era pretendido por equipos de mayor categoría como el Rayo Vallecano. La recomendación de Frigols a Miguel fue: “fíchalo que es mucho mejor que yo” la recomendación la cumplió rápidamente, se presentó en su chalé de Punta Umbria, con la guantera del coche repleta de billetes y no pudo decirle que no, aun así la adaptación costó. Debido a la carencia de forma física en que llegó, Miguel se lo llevaba al club de tenis y le ponía trabajo extra para mejorar la condición física. Superado el incidente se convirtió en uno de los grandes jugadores que han pasado por el Olímpic y Ezequiel estuvo en nuestro club desde el 1972 al 1975, dejando una gran impronta y a día de hoy todavía es recordado en tertulias e incluso da nombre a algunos chats de aficionados del Olímpic. En el ámbito personal, inmediatamente se integró en la sociedad setabense con amistades que le han durado hasta su muerte en 2012.

Iniciada la temporada todavía hubo dos incorporaciones de jugadores que venían con un pasado verdiblanco como Genado y Fali. Del primero ya hemos comentado que a pesar de haber jugado una sola temporada, dejó buenos amigos. De aquí marchó al Valdepeñas y cerró el ciclo futbolístico con el Lora C. de F. de donde había iniciado la trayectoria futbolística. “Chico Genado” como le llamaban en su pueblo era un extremo rápido con visión de la jugada. Al acabar, como ya hemos dicho ejerció de arquitecto. Fali estuvo hasta el año 75 era un medio ofensivo con visión de gol, de aquí fichó por el Díter Zafra. Profesionalmente se dedicaba al taxi.

Al acabar en el 15.º lugar se tuvo que jugar por tercera vez consecutiva la promoción de permanencia. Al ser el último partido de la temporada los jugadores andaluces ya no volvieron, pero hicieron de anfitriones a los amigos desplazados a apoyar el equipo ante el Imperio Ceutí que nos tocó en suerte, con un resultado ampliamente favorable a nuestros intereses. Podemos decir que el mantener  la categoría en la temporada 1972-73 fue el trampolín de nuevos éxitos en la categoría e incluso en otras de superior nivel.





La foto que preside esta página pertenece a los inicios de la temporada 73-74, posiblemente donde más representantes de la factoría bética había. Con el fichaje de Frigols por el Mallorca fue el principio del fin la relación con el Betis.

Entre otros se incorporaron Pacún, el portero que ya había jugado en La Murta en la temporada 71-72 con el Triana, solo estuvo un año, muy querido entre la afición joven, tenía 21 años, era sobrio, elegante y seguro bajo los palos; volvió a Andalucía, acabando la vida profesional en Ceuta con AD Ceuta y la Africa Ceutí.

DIEGO Gutiérrez Trejo, lateral derecho, educado dentro y fuera del campo, profesional en todas las facetas, fogueado en mil batallas, procedía de la UD Salamanca; había coincidido con Frigols en el C. E. Sabadell y fue uno de los 20 jugadores del Centre d'Esports  que inauguraron la Nova Creu Alta(1967). Junto a otro ex del Olímpic, Salvador Verger, le ganaron al F.C. Barcelona 1 a 0. En Xàtiva permaneció tres temporadas (73-76) y puso fin a la carrera deportiva en el Gandia C. de F. donde se estableció como decorador, ahora reside en Paiporta.

Otro que aparece en la foto es Rafael Gómez QINICHI , uno de los jugadores más importantes salidos de la cantera “azulina” del CD San Fernando. Defendió la selección juvenil andaluza con compañeros de la talla de Quino o Reina -padre-, esto le permitió que el Betis se fijara en él y lo fichara jugando algunos partidos en el primer equipo en segunda división donde habían bajado, marcando algún gol. Cambios de entrenador lo abocaron a marchar cedido primero al Hércules y después ficha por el AD Ceuta con una duración de cuatro temporadas. Nos plantamos en la temporada 73-74 y se incorpora a la disciplina de nuestro club y desde el principio es titular indiscutible.

El deporte a cualquier nivel y todavía más en el profesional comporta recibir ayuda a la recuperación del esfuerzo de la competición; hoy hablaríamos de fisioterapeutas, recuperadores y traumatólogos, en las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado en nuestra ciudad todo quedaba reducido en la clínica del Dr Joaquin Vila que no solo atendía los jugadores del Olímpico, también a deportistas de cualquier disciplina y en un porcentaje elevadísimo pagando vía “obra te amore”, por eso nunca será suficiente el agradecimiento de la ciudad a este gran benefactor del fútbol en particular y el deporte en general; Lorenzo Gutiérrez era “masajista” del Olímpic y colaborador del Dr. Vila. Podemos decir que las visitas a la clínica eran casi a diario por parte de toda la plantilla. Quinichi no solo iba a recibir las “corrientes” milagrosas, además le despertaron la afición a ser ATS que era como se denominaba entonces y con la ayuda de Loren y D. Joaquin se matriculó y finalmente obtuvo la titulación de ATS y la amistad de por vida con los dos. Su estancia en Xàtiva fue de tres temporadas, volvió al San Fernando dónde ha desempeñado todas las funciones técnicas desde jugador, entrenador del primer equipo, segundo entrenador, secretario técnico, entrenador del juvenil. Era cómo Fali , medio ofensivo con mucha visión del juego y congraciado con el gol. Pasado el tiempo un amigo médico de congreso por Sevilla coge un taxi con otro amigo y  habla en valenciano dentro del taxi, el conductor les pregunta de donde eran y al enterarse que de Xàtiva expresó la satisfacción y el orgullo de su padre, que había jugado en el Olímpic y de los buenos recuerdos que guardaba. Nuestro amigo también aficionado al fútbol tuvo un viaje muy distraído recordando la etapa en Xàtiva. Era el hijo de Quinichi.

El ciclo lo cerramos con JOSÈ Diaz Vàzquez (el de la de Amalia) como le llamaban en su pueblo, Corrales (Huelva). Recordamos que José era uno de los cuatro jugadores que vinieron con el Triana en el 72 y todavía no lo habíamos mencionado. Se incorporó a nuestro club en la temporada 74-75, procedente del Xerez C. F. donde estaba haciendo la mili, desgraciadamente solo lo pudimos disfrutar dos temporadas. El gerente del Levante UD de entonces Tomàs Vinaches se lo llevó y desarrolló el gordo de su carrera futbolística en la entidad azulgrana, coincidiendo con antiguos jugadores del Olímpic como Juano, Queremón, Mollà, G. Granero, Sierra, Balciscueta y sobre todo con el gran Johan Cruyff, cuando ya estaba de vuelta de todo. El último año de profesional estuvo en el Ontinyent C F. Era un central serio, contundente y poderoso. En aquella época había dos tipos de central el “stopper” o marcador y el ”libero” , o libre, José era el stoper y Ezequiel el líbero. No lo disfrutamos demasiado de jugador pero hemos tenido la suerte de compartir toda la vida en el mismo pueblo. Hasta hace pocos meses hacía una vida tranquila de jubilado, ahora sale bastante menos debido a una enfermedad que sufre propia de la edad.

Evidentemente, los jugadores que hemos mencionado no son todos los andaluces que vinieron en aquellos tiempos, pero sí los que han dejado más impronta,

Al menos a nuestro criterio.

KIKE I BENI

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